jueves, 27 de diciembre de 2007

Amor no correspondido

Después de mucho tiempo sin pasar por aquí, hoy he decidido volver para contaros lo que me ronda en estos momentos por la cabeza y por el corazón.
Veréis, hoy ha llegado el día en el que ha salido el tema al que tanto miedo tenía. Sabía que algún día había que hablarlo, pero nunca me imaginé que fuera tan pronto (o quizás no sea tan pronto, no lo sé).
El caso es que he vuelto a escuchar esas dos preguntas, las que siempre lo cambian todo: ¿Qué crees que somos? ¿Qué quieres que seamos? Puede que a
vosotr@s estas preguntas no os parezcan tan terribles después de todo, pero pararos a pensar durante un segundo lo que significan realmente. Lo primero de todo, significa tener que sincerarte contigo misma, después, responderle a la otra persona con la conclusión que crees haber sacado después de haber intentado desanudar los nudos de los lios liados que tenias en la cabeza, y todo esto en el record de dos segundos aproximadamente... Si todo eso no es suficiente, luego toca empezar a temblar intentando convencerte a ti misma de que de verdad sientes todo lo que le has dicho.
Al final, terminas hablando con un gran amigo (que no sabes cómo lo hace pero siempre está en el sitio y en el momento justo cuando lo necesitas), y después de darle muchas vueltas al asunto te das cuenta de que tu cabeza está intentando luchar contra tu corazón. Pero como me ha dicho ese gran amigo "esa lucha es difícil, pero no ganas nada. Es imposible luchar contra el corazón". Hay que elegir vivir con la cabeza (teniendo todo calculado, haciendo las cosas de manera lógica, sin arriesgarte a dar un paso a delante porque crees estar seguro de que vas a sufrir si lo haces, etc.) o vivir con el corazón (haciendo lo que sientes sin preocuparte de si tiene sentido, si tiene algún motivo...). A veces es tan difícil seguir lo que te dice el corazón que elegimos el camino fácil y pensamos con la cabeza, pero ¿de verdad merece la pena morir por miedo a vivir? Yo creo que no, pero en algunos momentos nos creamos un caparazón para resguardarnos dentro y no sufrir tanto, sin darnos cuenta que así lo único que conseguimos es engañarnos a nosotros mismos.
Una persona a la que quiero mucho me dijo una vez "te entiendo muy bien, el amor no correspondido es difícil, pero no hay que desesperarse nunca, porque sino estás perdid@. Es duro, pero es así", y tiene razón, seguramente será una prueba que te hace la vida para que cuando llegue la persona a la que realmente amas y te ama sepas apreciarla y no desperdiciemos ni una pizca del amor que nos pueda dar. Me gustaría por lo menos creer que es así y que algún día llegará esa persona tan esperada. Hasta ese momento lo que nos toca es esperar, a veces no se sabe muy bien por qué, quizás a que llegue ese principe azul que nos haga volver a soñar, ¿Quién lo sabe? yo por lo menos no.
Como me dijo el gran consejero del que ya os hablé anteriormente "no desesperes, nunca dejes de buscar a tu principe (como dice la canción, nunca dejes de buscarme la excusa más cobarde es culpar al destino).

sábado, 27 de octubre de 2007

Sueños que huyen

Nadie se puede imaginar lo que realmente siento ahora, pues ni siquiera yo lo sé. Es algo que nunca antes sentí, un dolor que hace que se arrugue mi corazón, que me hace sentir un gran dolor en el pecho.
Nadie se puede imaginar esta sensación tan extraña de ver allá a lo lejos escapando mis sueños, de ver que no puedo hacer nada para impedirlo.
Durante este tiempo que pasé allí me di cuenta de muchas cosas, me di cuenta de que cuando de verdad siento algo soy capaz de hacer cualquier cosa para conseguirlo, cosas que no fui capaz de hacer en otros momentos para tomar otras decisiones.
Hace tan solo unos minutos me dieron una noticia que no me esperaba, que ha hecho que me de cuenta de que este sueño significa mucho más para mí de lo que pensaba, y que las ganas de cumplirlo son mucho más fuertes de lo que jamás me pude imaginar.
En estos momentos estoy sentada en mi cama, en este oscuro cuarto mirando de reojo la imagende mi rostro reflejada en el espejo de mi tocador, el pálido rostro de una joven con ojos rojos y llorosos, y con lágrimas resbalando por sus rojas mejillas. Realmente esa muchacha tiene mal aspecto, me digo a mí misma, entonces es cuando me doy cuenta de que esa triste chiquilla soy yo.
Sí, esta es una de esas noches oscuras en las que una se resguarda del frío en casa. Una de esas noches en las que parece que todo se acaba, que ya no habrá un mañana.
Muchas veces me pregunté si realmente estoy haciendo bien las cosas, si realmente soy una de esas personas que dejan una alegre huella en el corazón de los demás.
Pero hoy, hoy me pregunto justamente lo contrario. Hoy me pregunto si realmente fui tan mala amiga, tan mala persona, si es por eso por lo que me está pasando todo esto. Y es que... ¿Realmente me lo merezco?
Éste es uno de esos momentos en los que deseas que suene el despertador para despertar de esta horrible pesadilla.
Pero el problema es, que no me puedo engañar por mucho más tiempo, porque para bien o para mal, ésta es la vida real.
Intento darme consejos en vano, pues no encuentro ninguno, y es que realmente no lo entiendo. ¿Por qué tengo la respuesta para los problemas de todos menos para los míos?
Dicen que no importa lo difícil de nuestros sueños, que si creemos en ellos alguien los hará realidad, ¿será verdad?
Os sonará extraño, pero ahora lo que más echo en falta, lo que más necesito, es el abrazo de esos grandes amigos. Y es que los necesito sentir cerca, saber que están ahí, saber que a ellos pase lo que pase nunca los perderé. Porque sé que no necesito ningún médico que me recete pastillas, porque sé que mis
Pav@s son mi mejor medicina.
Os quiero por encima de todo, más que a nada y que a nadie. Por eso os agradezco todo este cariño y amor que me dais en estos momentos tan difíciles para mí, porque realmente lo necesito. Gracias por ayudarme a salir adelante.
MUCHÍSIMAS GRACIAS POR ESTAR JUNTO A MÍ.
OS QUIERO!!

domingo, 21 de octubre de 2007

Lo que un día quise ser y no pude

Un día quise ser princesa... y esperé la llegada de ese príncipe que envolviera mi vida de amor... nunca llegó el príncipe, pero llegaste tú.
Un día quise ser Hada... para volar a ti y regalarte todo el amor del mundo... mis alas no lograron volar.

Y también quise ser Viento... para llegar a ti más rápido y tocarte... nunca lo logré, ya que tenía que ser invisible.
Y luego quise ser Sol... para que brillaras siempre... el señor Sol es muy poderoso y ya tiene su lugar muy ganado y amado, no pude.
Y un día quise ser la Luna... para acompañarte cada noche y nunca te sintieras solo... la luna es muy bella y hermosa y no podria ser nunca la Luna.

Ahora no soy más que una mujer que busco y busco y no logro ser Princesa ni Hada.
Una mujer que quiso ser Viento, Sol, Luna y Estrellas solo para llenar tu vida de amor.

Por todo eso que quise ser y no pude, hoy decido ser yo.
Decido amarte con el corazón, quererte en cada mirada, en cada sonrisa, quererta tal y como eres tú.
Hoy, decido no dejar de ser quien soy para demostrarte un poco más de amor.
Hoy, decido dejarte amarme sin fingir ser quien no soy, siendo simplemente yo.
Hoy, decido ser quien soy sin temor.

Hoy, dejo de huir de mis sueños, de mis sentimientos
Hoy, dejo salir a la luz a esa mujer que atrapada entre máscaras se vio
Hoy, dejo atrás la tristeza y la depresión
Hoy, decido disfrutar de la vida sin miedo a ser lo que soy.

Porque sabes que te quiero, lo sabes, por eso te dejo descubrir lo que siempre tuve en mi interior
Hoy, te dejo descubrir la nueva yo.

viernes, 19 de octubre de 2007

Si yo fuera mariposa

Si yo fuera realmente una mariposa
volaría con alas de ángel
llegaría hasta ti
me posaría en tu hombro
y allí me detendría.
Pediría, sin duda, tu sonrisa
el susurro íntimo de tus palabras
las caricias de tus manos
el sentir de tu piel.
Pero solo soy muñeca de una fantasía
que ilumina sus noches con grandes ensueños
que se acerca silenciosa para que no la vean
ni la sientan acercarse hacia nadie.
Si yo fuera realmente una mariposa
no estaría aquí sino a tu lado
contemplando horizontes claros,
vigilantes pasos inseguros,
acompañándote en tus noches oscuras.
Si yo fuera así, realmente una mariposa
percibiría el olor de las flores
de los campos verdes
de los lirios frescos.
Pero solo soy muñeca de una fantasía
que vive de ella y agranda sus magias,
que solo pretende que rías
pues la vida ya trae sufrimientos
y por ello que enciendas tu risa
hacia aquellos que un día la perdieron.
Como no soy, realmente una mariposa
sino solo muñeca de una fantasía
hoy, te pido sonrisa, no lágrimas
alegrar y alejar tus tristezas
y que juntos brindemos por ello.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Sentimientos de una princesa

¿Recuerdas aquel momento en el que decidimos vernos cada día? ¿En el que decidimos que ni siquiera la distancia nos separaría? No, ¿verdad? Ya lo olvidaste, como también te olvidaste de mí.
Hoy, como cada noche, sabes que te estaré esperando allí, en esos lindos sueños, aquellos en los que decidimos siempre encontrarnos. Me duele darme cuenta que no regresarás, sufro viendo que esos momentos que juntos compartíamos no se repetirán. Sabes que no me rendiré, que seguiré esperándote aunque nunca aparezcas.
Fuiste mi alegría, aquella ilusión que me dibujaba una sonrisa en la cara cada día. Fácil fue quererte, no necesité ni un segundo para darme cuenta de que tú serías especial. Pero ahora, ¿cómo olvidarte si estás en todos lados? ¿si estás en mí? No, es imposible hasta intentarlo ¿cómo olvidar esos te quiero? ¿esos nos vemos? ¿esos allí estaré? ya sé lo que me dirás "no es imposible, nada lo es", ¿pero si realmente lo que me pasa es que no quiero? Sí, eso es. No quiero olvidarte, tan feliz me hace pensar que sigues ahí, ahora no puedo perderte. Necesito saber que sigues aquí, que no me abandonaste, que simplemente estabas demasiado ocupado, pero que volverás junto a mí. Me gustaría creerme lo último que dije, pero son tantos días ya sin saber d ti... Seguramente no seré la única que intenta engañarse pensando que todo sigue igual. Puede que la persona que en estos momentos está sentada frente al ordenador leyendo esto se sienta igual. Si es así, tómate tu tiempo y escríbeme, porque yo siempre estaré aquí dispuesta a escuchar y ayudar a todo el que lo necesite. Y recuerda, a los demás les podemos engañar, pero a nosotros mismos no.